Istanbul
Estambul es una ciudad de ciudades: una mega metrópolis floreciente, colorista y ensordecedora de 15 millones de personas que cautiva a visitantes y residentes por igual. Cada visitante vive su propia experiencia en función de su interés cultural, histórico, artístico o simplemente explorando, saboreando y disfrutando. Los anteriores nombres de la ciudad evocan las épocas antiguas que vivió: Bizancio, Constantinopla y Estambul, y los imperios que surgieron en sus orillas. La posesión del Bósforo y del Cuerno de Oro fueron y siguen siendo la fuente de poder de la ciudad y del imperio, por tanto qué mejor manera de salir al mar que desde Estambul en busca de los míticos y legendarios marinos. Pero primero recomendamos pasar dos o tres días conociendo la historia y la vida de la ciudad: el conjunto del Palacio otomano de Topkapi, la magnífica Haghia Sofia, las espectaculares mezquitas de Sinan, la riqueza del Museo Arqueológico de Estambul, los bulliciosos Gran Bazar y Bazar de las especias, y mucho más, antes de partir a explorar las costas turcas.
No es difícil llegar allí ya que son muchas las compañías aéreas mundiales que ofrecen vuelos directos a uno de los dos aeropuertos de Estambul. El de Ataturk, situado en la zona europea del Bósforo, y el aeropuerto del siglo XXI de Sabiha Gokcen, sito en la zona sur asiática, ambos con una exhaustiva red de vuelos nacionales. Existen ferries que conectan Estambul con los puertos turcos, así como trenes que conectan la ciudad con Europa, el interior de Turquía y su capital Ankara.